Los garajes de vivienda social de San Isidro: 30 años cerrados e inundados de aguas fecales

Archivo - Garaje
Vehículos  en un aparcamiento subterráneo.
EUROPA PRESS
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El barrio de San Isidro Alto, en el distrito madrileño de Carabanchel, hace frontera con Madrid Río, Comillas y Puerta del Ángel. Esto hace que las calles del vecindario sean uno de los atractivos en la ciudad para las personas que tienen que entrar en la almendra central y no pueden hacerlo en sus propios vehículos por las últimas restricciones de circulación impuestas por el Ayuntamiento. A estos coches externos hay que sumar "el abandono de varios garajes de la Agencia de la Vivienda Social de la Comunidad de Madrid". Por este motivo, la Asociación de Vecinos de Alto San Isidro se reunirá con representantes de la agencia dependiente del Gobierno autonómico con el objetivo de buscar una solución a unos problemas que, según comentan, llevan soportando desde hace años. 

En el barrio viven muchas personas que necesitan furgonetas para trabajar. Esto implica que el espacio que ocupan estos vehículos en los estacionamientos es mucho mayor que el de un coche. Por ello, una de las medidas que piden los vecinos para aliviar la saturación a la hora de aparcar es la mejora de las instalaciones destinadas a este uso. "Tenemos un parking que todavía no está asfaltado, así que los días de lluvia se convierte en un barrizal", se uno de los miembros de la Asociación de Vecinos de Alto San Isidro. 

Garajes sin adjudicar e inundados

"Nuestro barrio es una zona de viviendas sociales que cuentan con garaje, pero la Comunidad de Madrid los tiene abandonados desde hace 30 años", explica una vecina. Y es que, aunque algunos de estos parkings ya han sido adjudicados a residentes, hay dos que todavía no. Esto se traduce en que cerca de 100 plazas todavía están completamente vacías, tienen su acceso restringido y, por tanto, no puede llevarse a cabo ningún tipo de mantenimiento. 

Dos de ellos están inundados de aguas fecales como consecuencia de una avería que hubo hace meses en las tuberías. A ellos se accede desde la calle Tejares y pertenecen a dos edificios diferentes.

 Los efectos de llevar tanto tiempo en ese estado son varios. En primer lugar, hay una plaga de mosquitos y de ratas. En segundo lugar, la estructura de los edificios está deteriorándose a medida que pasan los días, por lo que podría llegar a suponer un problema de seguridad.

"Al no tener mantenimiento, ni uso, ni propietarios físicos— ya que pertenecen a la Comunidad de Madrid— cuando se produce una avería en los pisos superiores es imposible solucionarlo de una manera ágil", explica otra vecina del barrio. "Reparar estas inundaciones va a ser cuestión de varios meses, siendo algo que podría haberse solucionado en un mes en circunstancias normales", comenta. Será una de las asistentes a la reunión de este viernes para pedir que "la Agencia de Vivienda Social se implique de una manera más activa con sus propiedades". 

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